Cuando se habla de Eficiencia Energética no nos referimos solo a Ahorro de Energía. Son 2 conceptos distintos que es preciso aclarar en mayor profundidad.
Ahorro de Energía se refiere simplemente a cualquier medida que implique un menor consumo de energía pudiendo incluso sacrificar las prestaciones o servicios que esa energía brinda a los usuarios. Un ejemplo de esto puede ser suprimir la iluminación, o bien eliminar o reducir fuertemente la calefacción de un recinto, con lo cual aunque se ahorra energía, los beneficios de estar iluminado o calefaccionado se pierden.
Eficiencia Energética se refiere, en cambio, a reducir el consumo de energía mejorando (o por lo menos no perjudicando) la calidad de la prestación o del servicio que la energía proporciona a los usuarios. Ejemplos de esto son: cambio de ampolletas de tipo incandescente por ampolletas de bajo consumo o de LED, cambio de motores antiguos por motores de alta eficiencia, cambio de calderas antiguas de tipo convencional por calderas de condensación o de mayor eficiencia, aislación de cañerías y ductos de agua o aire caliente, etc… A veces esto implica simples medidas administrativas respecto a horarios o forma de desarrollar las actividades o bien implican además algún tipo de inversión en equipamiento o accesorios, monto que se recupera normalmente con creces con los ahorros que ella genera. A nivel agregado mundial, nacional o local, la Eficiencia Energética actúa disminuyendo la demanda de energía per cápita aunque el PIB respectivo continúe creciendo.
Una nueva fuente de Energía.
Ya es un hecho reconocido por todo el mundo que las fuentes de energía tradicionales, basadas fundamentalmente en los combustibles fósiles, están asociadas a múltiples problemas de tipo económico (aumento sostenido de precios del petróleo, carbón o gas) y ambiental (emisión de CO2 y otros gases nocivos para el ambiente y las personas). Por tal razón, la búsqueda y aplicación de nuevas formas de energías limpias y renovables, desplazando el empleo de combustibles fósiles, se ha hecho un imperativo a nivel global. Con mucho acierto, la Eficiencia Energética ha sido calificada entonces como una nueva fuente de energía, paralela y no confrontacional con las Energías Renovables No Convencionales (ERNC), ya que permite reducir la demanda de energía. Es una energía que NO se produce porque deja de necesitarse.
A continuación se puede apreciar lo que podría ser la tendencia general de la demanda y del suministro de energía en el siglo XXI a nivel mundial y del punto donde nos encontramos actualmente. Se puede entender claramente la importancia de actuar disminuyendo la demanda mejorando la EE ante el agotamiento de los combustibles fósiles acompañado sin duda por un gigantesco aumento de su precio y su sustitución también masiva por fuentes renovables.
Efectivamente hay países o regiones que han hecho de este aserto una realidad. En el concierto internacional se destaca el caso de Dinamarca, que mediante el uso combinado de medidas de Eficiencia Energética y de introducción masiva de ERNC, principalmente Eólica, ha logrado reducir el índice de consumo de energía per cápita sin deteriorar su nivel de desarrollo económico y social sino manteniéndolo. Esto se repite en muchos países de OCDE.
Tambien se puede señalar el caso similar del Estado de California en EE.UU que logró desacoplarse de la tendencia general del país en cuanto a consumo de energía eléctrica. Hay muchos otros lugares que son ejemplos palpables de que un alto nivel de vida en lo económico y social puede alcanzarse sin aumentos proporcionales o incluso nulos del índice de consumo de energía per cápita. Esto se ha logrado con políticas públicas nacionales o locales de fomento de la Eficiencia Energética y de las ERNC así como de políticas privadas a nivel de las empresas o usuarios, que haciendo uso de las señaladas políticas públicas y franquicias o bien, simplemente por su propia iniciativa, análisis y convicción, realizan los cambios o inversiones necesarios para conseguir un uso eficiente de la energía generando reducciones de costos de energía en el corto, mediano y largo plazo sin perjuicio alguno para la cantidad o calidad de los productos o servicios ofrecidos al mercado o consumidos internamente.
Auditoría Energética, una herramienta fundamental.
En el ámbito público o privado, la Auditoría Energética es la mejor herramienta para lograr óptimos resultados en la búsqueda de la Eficiencia Energética.
Este es un procedimiento metodológico que consiste en un análisis del consumo de energía en una empresa o institución tendiente a responder a lo menos las siguientes interrogantes, considerando la totalidad o parte de ella:
- Qué tipo de energía se emplea (eléctrica, calórica, etc…)
- Para qué se emplea ( comprensión de su uso en procesos y/o servicios)
- Dónde se emplea (identificar el consumo por unidades de proceso, centros de costo,…)
- Cómo se emplea (identificar eventuales ciclos diarios, semanales, por mes, anuales)
- Cuánto se emplea (tratar de obtener índices de productividad de la energía consumida)
- Dónde hay pérdidas de energía (identificar y cuantificar si es posible)
El resultado de esta búsqueda no es otro que un listado de oportunidades de reducción del consumo de energía. Su complemento lógico es un listado priorizado de medidas de distinta naturaleza orientadas a reducir efectivamente el consumo y el costo de energía sin afectar negativamente los procesos, servicios u otros aspectos. En definitiva se obtiene un Plan de Mejoramiento de la Eficiencia Energética consistente en un Plan de Medidas y de Inversiones con sus costos asociados y el potencial de mejora de cada una de ellas, lo cual define en el fondo su prioridad de ejecución así como la rentabilidad del cambio propuesto.
Obviamente, este estudio tiene un costo para la empresa o el profesional de la ingeniería que lo ejecuta, el que puede ser financiado por el mandante o bien, establecerse algún tipo de convenio en que lo financia el ejecutante a cambio de una participación en los ahorros de costos derivados de la aplicación del Plan. Existen también subsidios de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética, dependiente del MINENERGIA, o de otras entidades gubernamentales que otorgan al mandante, bajo ciertas condiciones, un apoyo financiero para ejecutar estudios y desarrollar proyectos de Eficiencia Energética.
Normalmente se asocia a este Plan de Mejoramiento algún análisis financiero con alternativas de financiamiento propio, factibilidad de acogerse a subsidios si los hubiera, financiamiento bancario, etc… También se puede pensar en ciertos casos en transformar la generación de energía por medios propios en un servicio externo suministrado por un tercero, quien financia las inversiones y con quien el mandante firma un Contrato de Abastecimiento exclusivo en condiciones generales y tarifarias y por un periodo de años a convenir. Este tipo de empresas de servicios energéticos se conocen como ESCO o ESE.
Aspectos importantes de este Plan son la aplicación de un Protocolo para efectuar las Mediciones que permitan definir una línea base de consumo de energía y luego de realizados los cambios, efectuar la Verificación de los ahorros energéticos resultantes con el objeto de establecer la rentabilidad real del Plan y sus implicancias contractuales para los involucrados.